Las cada vez más elevadas tasas de obesidad infantil han puesto en marcha en Reino Unido un plan para prevenirla en el que destacan especialmente dos medidas: La primera de ellas es que los niños deberán acudir obligatoriamente a clases de cocina sana para construir una buena herencia culinaria, tradicional y saludable. Aquellas escuelas que ya cuenten con los recursos necesarios para llevar a cabo estas medidas, deberán implantarlas a partir de septiembre de este año, y las que no tienen de plazo hasta el año 2011, cuando las clases de cocina a los niños deben de ser una realidad. La segunda medida para luchar contra la obesidad es compensar económicamente a aquellos ciudadanos que lleven una vida saludable.
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