¿Quién no conoce ya esa pandilla de atrevidas muñecas de cabeza grande, enormes ojos, labios anchos, una nariz muy pequeña, un cuerpo corto, abundante maquillaje y un montón de juveniles diseños de quita y pon?
Desde su aparición en 2001, las Bratz han cautivado a niñas de todo el mundo, vendiendo más de 150 millones de muñecas. Éxito que se vio traducido en videojuegos y el estreno de una película rodada con personas reales: Bratz: The movie, (2007).Sin embargo, este éxito arrollador de las muñecas de MGA Entertainment puede verse muy perjudicado en breve, ya que su gran competidora, Mattel, ha ganado su cruzada legal. La marca de la famosa Barbie demandaba que el nombre y el diseño de las Bratz habían sido creados por un empleado suyo, en horas de trabajo, mientras trabajaba para ellos.
Al parecer, las atrevidas muñecas fueron rechazadas por Mattel por ser casi el polo opuesto de Barbie, mientras que, cuando el empleado mostró los diseños a MGA éstos cautivaron a la hija del gerente ejecutivo con que se había reunido.
Si pensamos en las cifras que Bratz ha debido mover en estos años, seguramente Mattel reciba una cuantiosa suma como indemnización. No obstante, es de suponer que MGA no se quedará de brazos cruzados y recurrirá la sentencia, sobre todo si además se viera obligada a dejar de producir su gallina de los huevos de oro, ¿verdad?
Ahora, os lanzamos una pregunta para que respondan vuestras hijas: ¿Qué tienen las Bratz que no tenga Barbie?
Y la pregunta para mayores es un poco más complicada: ¿Dónde reside su éxito?
Esperamos vuestras opiniones.
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